Cómo bañar a un gato: nuestra guía
Encuentra alimento que se ajuste a las necesidades de tu mascota
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Una de las grandes ventajas de tener un gato como mascota es lo limpios que son. Los gatos tienen fama de ser maniáticos a la hora de acicalarse y pasan gran parte del día cuidando su pelo. También suelen odiar mojarse, muchos propietarios habrán visto la cara de asco que pone su gato tras un chaparrón inesperado o un brinco sobre un charco inoportuno.
Con todo esto en mente, hay mucha gente que se pregunta si es necesario bañar a los gatos e incluso si es cruel hacerlo. A pesar de sus esfuerzos por mantenerse limpios, hay ocasiones excepcionales en las que puede ser necesario darles un baño. Por ejemplo, si tu gato desarrolla una enfermedad cutánea, podría necesitar que tu veterinario le proporcione un champú medicinal específico. También es probable que tu gato se frote con algo pegajoso que no pueda quitarse del pelo por sí mismo. Además es posible que tu gato entre en contacto con algo tóxico, como el polen de los lirios, y tengas que quitárselo con un baño para mantenerlo a salvo. Así que, aunque es raro que tengas que bañar a tu gato, ¡siempre conviene saber cómo hacerlo para estar preparado!
1. Pide ayuda a un especialista en gatos
¡No subestimes el valor de la ayuda! Pedir ayuda a un amigo o familiar de confianza puede ser una buena idea, ya que controlar cuatro patas con dos manos puede ser un desafío. Evidentemente, lo ideal es que le encanten los gatos y sepa cómo tratarlos de forma correcta.
2. Cepilla su pelo con antelación
Cepillar a tu gato con regularidad puede ayudarle a mantener su pelo en buenas condiciones, y también puede ser útil antes del baño para eliminar el exceso de suciedad, los enredos y el pelo apelmazado. No intentes cortar su pelo enmarañado con tijeras, ya que podrías cortarle sin querer.
3. Ten toallas a mano
Necesitarás una toalla grande para envolver a tu gato después del baño, pero está bien tener más a mano por si surgen imprevistos. También necesitarás una o dos toallitas.
4. Elige el champú adecuado
Puedes encontrar una amplia gama de champús para gatos en tiendas locales o en internet. Consulta los ingredientes en las etiquetas y no compres champú para perros, ya que podría irritar el pelo y la piel de tu gato. Algunos champús se pueden utilizar en seco, pero debes preguntarle a tu veterinario si son apropiados para tu gato y asegurarte de que no sea alérgico a sus ingredientes. En general, evita los champús para humanos, a menos que su fórmula sea segura para bebés.
5. Dale algunos premios
Todo lo que hagamos por nuestras mascotas o con ellas, debe ser una experiencia lo más positiva posible. Debemos recompensar y reforzar siempre los buenos comportamientos en lugar de castigar los malos. Teniendo esto en cuenta, puede ser una buena idea tener a mano sus croquetas favoritas o una recompensa especial para premiarle por cooperar durante el baño. El hecho de darle un premio antes, durante (solo si tu gato está relajado) y después del baño puede ayudarle a empezar a asociar el baño con cosas buenas.
Hora del baño
Una vez que lo tengas todo preparado, puedes empezar con el baño. Lo ideal es una bañera o un lavabo grande donde la presión del agua sea suave. Si no tiene alcachofa, puedes utilizar un cuenco que no se rompa. Utiliza agua tibia y sigue las instrucciones del champú. Moja y lava suavemente al gatito, comenzando por la parte superior del cuello detrás de las orejas. No intentes lavarle la cara porque es muy difícil evitar los ojos, las orejas y la nariz. Si crees que tiene suciedad en la cara, lo mejor es que intentes limpiarla con un paño húmedo, un guante de baño o que vayas al veterinario.
Puedes utilizar una toallita o los dedos para enjabonarle el cuerpo. Una vez enjabonado, acláralo bien con agua tibia (si no puedes aclararlo con agua, utiliza toallita limpia o un recipiente con agua). Aclara todo el champú (de nuevo, evitando los ojos, las orejas y la nariz) para que no se irrite. Tu gato se aseará mucho después del baño, por lo que no deben quedar restos de champú que pueda lamer por accidente.
Cuando termines de bañar a tu gato, envuélvelo en una toalla mullida y sécalo con suavidad. Déjale espacio, es probable que no quiera acurrucarse en tu regazo de inmediato. Deja que se acerque a ti cuando esté preparado.
En resumen...
No es frecuente tener que bañar a un gato, ya que son auténticos expertos en mantenerse a salvo de situaciones complicadas y en un estado impecable. Sin embargo, si ocurre un imprevisto, ahora estarás preparado para entrar en acción y hacer que el proceso sea lo más agradable posible para ti y, sobre todo, para tu gato.
Fuente de la imagen: Flickr
Información acerca de la colaboradora
Christine O'Brien
Christine O'Brien es escritora, madre y amante de los gatos desde tiempos inmemoriales. Sus dos gatos azules rusos son los dueños y señores de su casa. Además, trabaja para Care.com, What to Expect y Fit Pregnancy, donde escribe sobre mascotas, embarazo y vida en familia. Puedes encontrarla y seguirla en Instagram y Twitter bajo el nombre de @brovelliobrien
Revisado por el Dr. Hein Meyer (doctor en Medicina Veterinaria, doctorado, diploma ECVIM-CA) y la Dra. Emma Milne (graduada en Ciencias Veterinarias, miembro del Real Colegio de Veterinarios del Reino Unido)