Ácaros en gatos y gatitos: signos, síntomas y tratamientos

Publicado por
minutos de lectura

Encuentra alimento que se ajuste a las necesidades de tu mascota

Encuentra alimento que se ajuste a las necesidades de tu mascota

Encuentra alimento que se ajuste a las necesidades de tu mascota

La presencia de parásitos es una realidad tanto para las personas como para los animales. Uno de los parásitos que pueden causar problemas en los gatos es el ácaro del oído, también conocido como Otodectes cynotis. En este artículo, descubrirás cómo detectar los signos de una posible infección de ácaros en gatos y cómo tratarla.

¿Qué son los ácaros del oído?

Los ácaros en gatos viven en la superficie de la piel, sobre todo en la piel que recubre el canal auditivo. Son contagiosos y suelen transmitirse de gato a gato por contacto directo. Estos pequeños «inquilinos» no son exigentes a la hora de elegir el conducto auditivo, por lo que también pueden contagiarse de perros a gatos y viceversa. Los ácaros del oído y los huevos pueden sobrevivir en el ambiente durante varios meses, por lo que podrían volver a infectar a tu gato.

Ácaros en gatos Hill’s Pet Perú

Signos de ácaros del oído en gatos

Los ácaros del oído son responsables de la mayoría de los problemas del oído en los gatos. Aunque todos los gatos de una casa pueden verse afectados, los problemas más graves suelen darse en los gatitos debido a la escasa madurez de su sistema inmunitario.

Entre los signos de ácaros en gatos que afecten su oído y que se deben vigilar se incluyen:

  • Acumulación de restos y cera roja-negra en los conductos auditivos.

  • Tu mascota se frota o rasca el oído afectado. Puede que observes que tu gato se sienta de repente y empieza a rascarse insistentemente. Esto se debe a que la presencia de ácaros en movimiento es extremadamente irritante.

  • Sacudidas de orejas y de cabeza.

  • Ocasionalmente, los ácaros del oído pueden afectar a otras partes del cuerpo del gato. La pérdida de pelo en una zona concreta y la piel enrojecida y arañada son indicios de este tipo de problema.

Diagnóstico junto al veterinario

Para diagnosticar los ácaros del oído, el veterinario examinará los conductos auditivos de tu gato con un instrumento especial llamado otoscopio. Durante el examen es posible detectar ácaros o huevos, o bien examinar la cera del oído de tu gato gracias al microscopio.

Tratamiento y cuidados en casa

Los trastornos del oído deben tratarse con eficacia y rapidez, ya que, si se produce una infección secundaria, el tímpano y el oído medio pueden resultar dañados. Los problemas del oído en gatos pueden ser muy dolorosos, así que no dudes en buscar ayuda en cuanto notes cualquier indicio. En algunos casos, puede ser necesario continuar el tratamiento durante varias semanas.

En la mayoría de las ocasiones el veterinario deberá limpiar los oídos de tu gato antes para que el tratamiento pueda ser eficaz. La limpieza eliminará la cera y los residuos, así como parte de los ácaros y los huevos. Cuando los oídos están limpios, las gotas medicinales pueden penetrar y hacer su trabajo de forma mucho más eficiente. Dado que los ácaros del oído pueden infectar fácilmente a otras mascotas, deben tratarse todos los perros y gatos de la casa.

Por lo general, entre los cuidados en casa se incluye la administración de gotas medicinales durante varios días. Puede que tu veterinario quiera que repitas el tratamiento algún tiempo después para eliminar los ácaros que hayan podido eclosionar tras el primer tratamiento. Independientemente del tratamiento que decida tu veterinario, asegúrate de seguir sus instrucciones al pie de la letra. También puede ser necesario tratar el hogar con aerosoles o nebulizadores para el control de pulgas que minimizan las posibilidades de que tu gato pueda volver a infectarse.

Nutrición

Es posible que tu veterinario recomiende un cambio en la alimentación de tu gato si tiene ácaros del oído. En el caso de los gatitos, la nutrición es esencial para garantizar un crecimiento óptimo y un desarrollo adecuado del sistema inmunitario. Un sistema inmunitario fuerte y sano puede ayudar a mantener a raya a los ácaros y otros parásitos. A menos que tu veterinario recomiende lo contrario, cambia gradualmente el alimento de tu gato por uno nuevo durante un periodo de siete días. De este modo, el gato se acostumbrará gradualmente al nuevo alimento, evitando el rechazo o el malestar digestivo.

Revisado por el Dr. Hein Meyer (doctor en Medicina Veterinaria, doctorado, diploma ECVIM-CA) y la Dra. Emma Milne (graduada en Ciencias Veterinarias, miembro del Real Colegio de Veterinarios del Reino Unido)